22/9/08

Los sueños en los procesos de duelo


Hoy, más tarde, tendrás sesión de terapia (la recuerdes o no). Sí: cada noche tu Inconsciente trabaja sin descanso, reordenando el material psicológico, procurando reparar heridas emocionales, creando soluciones a tus problemas vitales (soluciones que luego “se te ocurrirán” en vigilia, a través de una idea creativa o de una conducta inusual que tengas "sin saber por qué"). Veamos: las computadoras están diseñadas siguiendo el modelo de cómo funciona el cerebro humano; existe en ellas una función que el Inconsciente ejecuta mientras dormimos: se llama, en el lenguaje de la informática, defragmentar, lo cual significa que el sistema reorganiza los archivos que la máquina tenga, reagrupando la información que haya ingresado en él, para así poder funcionar mejor al siguiente. Lo mismo hace el Inconsciente.

Podría asemejárselo también a cómo opera nuestro sistema digestivo: nos “comemos” la vida, y, sobre todo en la noche, la “digerimos”; esto es, elaboramos: asimilamos aprendizajes, y excretamos a través del olvido... Sin embargo, hay ciertos bocados que la vida nos hace ingerir que, al igual que un alimento muuuy pesado, tardamos mucho en disolver y asimilar; así son los traumas, los cuales el Inconsciente va abordando a lo largo de meses o años. (Podría decirse, en este sentido, que una psicoterapia es... como un digestivo! Y bien vale tomarlo cuando los "alimentos refritos" que se atascan en nuestro interior están generando síntomas...) Los sueños repetitivos suelen ser indicio de que un determinado “alimento” está requiriendo un reiterado trabajo por parte del Inconsciente, procurando “digerirlo” por etapas... Así suele suceder con los procesos de duelo. Vayamos juntos hacia allí...

Un proceso de duelo es eso: un proceso. Esto significa que implicará varias etapas que, si bien son sucesivas y progresivas en todo duelo natural, también implican retrocesos y nuevos avances. Ya sea una separación, el fallecimiento de un ser querido, la migración de alguien cercano... cada una de estas instancias requiere elaborar la pérdida, para que el duelo no se convierta en patológico. (Un duelo en sí mismo no es patológico, pero sí puede virar hacia allí cuando se extiende demasiado en el tiempo e impide que, de un nuevo modo, la vida continúe, o bien si genera síntomas emocionales o psicosomáticos; también si, en apariencia, no hay dolor alguno, siendo que en verdad la persona está haciendo una supresión del duelo, ya sea porque no soporta asumir su pérdida, o porque las exigencias de su vida personal le obligan a seguir adelante, sin darse espacio para procesar lo acontecido.)

Si tomamos, por ejemplo, el tema de los sueños en los procesos de duelo ante el fallecimiento de un ser querido (y que se parecen mucho a los que se dan en un proceso de separación o divorcio), es común que se observen distintos momentos bien definidos (aunque, por supuesto, esto variará según la causa de muerte: enfermedad crónica y terminal, muerte súbita por enfermedad, accidente, suicidio, asesinato, muerte por catástrofe...). Si tenemos en cuenta las etapas de duelo que señaló la Dra. Elisabeth Kübler Ross (pionera en la investigación del tema del morir y el duelar), y las relacionamos con el fenómeno onírico, podríamos señalar las siguientes (la primera de ellas no está en la lista de Kübler Ross):

1) Desestructuración: La situación de shock hace que sea común que durante los primeros días (a veces más) la persona experimente insomnio, o un sueño deficiente con baja calidad de descanso (escaso sueño REM), con lo cual, cuando finalmente duerme, es común que tenga agitación y pesadillas: el Inconsciente estará procurando “digerir” el impacto.

2) Negación: Así como “nos parece mentira” que la persona fallecida no esté más en este mundo, es común que, alternadamente, aparezcan sueños en los que esa persona está viva, como si nada hubiera sucedido; sin embargo, suele haber algo que “no encaja”: como la percepción lateral de “Cómo? Pero si Fulano había fallecido!?”. El Inconsciente está, en este tipo de sueños, procurando desactivar el mecanismo de negación (natural en todo proceso de duelo).


3) Enojo: Toda pérdida genera esta emoción (más nítida o más encubiertamente): enojo con quien falleció (sintiéndolo como abandono o como que no se cuidó lo suficiente), o bien consigo mismo (autoinculpándose el haber hecho o dejado de hacer tal o cual cosa), con los médicos, con los familiares, con la vida, con Dios... Es perfectamente humano así sentirlo: una expresión de impotencia ante los hechos. Los sueños de esta etapa suelen implicar situaciones de violencia, de angustia, de culpa... a veces directamente vinculadas con la persona fallecida (discusiones, peleas con los médicos, etc.), y otras como si fuera una explosión del psiquismo, en que lo que oníricamente acontece aparentemente no guarda relación con esa pérdida, pero parece liberar una gran carga psíquica (incendios, accidentes, catástrofes, peleas, persecuciones...).

4) Negociación: El Inconsciente está elaborando la necesidad de construir una nueva realidad interna donde ese otro ya no está. Dado que esto no es algo inmediato, la actitud de negociación implica sueños donde hacemos determinada cosa que, finalmente, salva a la persona fallecida, o bien logramos traerla del Más Allá. Sin embargo, estos sueños suelen implicar angustia: la sensación de que nada de lo que hagamos, de todas maneras, modifica la situación real. (En la etapa previa a una separación o al fallecimiento del ser querido, la actitud vigil de negociación suele manifestarse con tentativas de que todo vuelva a ser como antes: "¿Y si cambiamos la dieta?" "¿Y si vamos a un curandero?" "Y si iniciamos un tipo de terapia mágica que promete resolverlo pronto?... La negociación es como una forma más sutil de negación.)

5) Depresión: El Inconsciente opera de manera tal que tomemos real conciencia de que el otro no está, y no volverá. Esto genera una profunda tristeza, pues es la etapa en que más hondamente admitimos la pérdida como algo irreversible e irreparable. Los sueños de esta etapa se caracterizan por un sentimiento de añoranza: buscamos al otro y no lo hallamos, experimentamos el verdadero vacío que el otro ha dejado. Generalmente, si bien sonsueños penosos, no obstante suelen anticipar una etapa de consolidación del proceso de duelo. Ese siguiente escalón se llama...

6) Aceptación: En esta etapa, durante la vigilia la persona va hallando un nuevo tipo de serenidad, de tranquilidad, de consuelo. Recupera la iniciativa para seguir adelante: señal de que el Inconsciente ha podido elaborar buena parte de la pérdida. Esto implica que la persona, por decirlo de algún modo, ubica al ser fallecido en un lugar interno diferente, en el cual ya no le desborda de angustia su recuerdo. Los sueños que caracterizan esta etapa con frecuencia le dan inicio; es decir, no es raro que haya algún sueño muy nítido, de encuentro con la persona fallecida, que marcará un antes y un después en el proceso de duelo. En estos sueños predomina, más que la tristeza, el afecto, el Amor (en el caso de una separación o divorcio, un sereno desapego). A veces el ser querido le trae noticias de que se siente bien donde está. Esto provee una serenidad ansiada, que se traduce en la vigilia con un notable cambio de conducta (que muchas veces implica una apertura de la conciencia hacia una visión más madura, más lúcida). En algunos casos estos sueños son de despedida, la cual, sin embargo se acepta desde un lugar muy hondo.

...Y aquí viene un último planteo que es muy complejo: ¿pueden explicarse estos sueños de aceptación solamente como un fenómeno psicológico? ¿O podrían, quizás, implicar que efectivamente nos hemos encontrado con ese ser querido, en un plano que el intelecto no puede concebir? No tengo la respuesta definitiva a este asunto. Sin embargo, carezco autoridad para enunciar que sea imposible un contacto de este tipo con alguien que, por así decir, ya no tiene cuerpo. Veamos: el fenómeno de la conexión mente-a mente ha sido estudiado por distintas Universidades del mundo (generalmente por sus Departamentos de Psicología o de Psiquiatría). De hecho, en la época en que me recibí como Psicóloga estos temas eran abordados con criterio científico dentro de una materia que cursé en el último año. Más allá de las supercherías, el fenómeno extrasensorial entre dos seres vivos (incluyendo en ello nuestra relación con los animales queridos) está definidamente constatado (con una carga estadística abrumadora).


Si la telepatía se define como el contacto entre seres vivos sin que medien las leyes del espacio, el tiempo o la materia (y por ello es extra-sensorial: no intervienen lo sentidos), ¿será posible el contacto efectivo entre alguien que está “encarnado” y alguien cuya esencia invisible ya no lo está? Mi postura, hasta el momento, es que muchos de los sueños de la etapa de aceptación son elaboraciones intra-psíquicas: escenas que el propio Inconsciente crea para poder gestar el corolario de un duelo. Pero mi impresión es, también, que numerosos sueños de esta índole bien podrían responder a un contacto real con la persona (o el animal) que ya no está. Que la muerte no mata todo, pues no todo lo que hay en el ser vivo no es “matable” por ella. Y eso imperecedero que ha vuelto a la Fuente (como lo enunciarían algunas Psicologías de las Tradiciones de Oriente) quizás pueda, en alguna ocasión especial, hacer contacto con lo imperecedero que nos habita. Sin embargo, no es algo provocable, por más que lo deseemos: acontece. (Creo que no sería aconsejable empeñarse en provocarlo.) Y si puede ocurrir como condición de contacto real, quizás sea tal como lo dice aquella canción: “Pero el Amor es más fuerte”... ¿Más fuerte que la muerte? Quién sabe... §
...................................................................................

* Nuestro Libro de Visitas: Si quisieras dejar tu comentario en nuestro Libro de Visitas podrás hacerlo clickeando aquí.
.......................................................................................................
* Suscripción y material gratuito: Podrás suscribirte a nuestro boletín digital "Pensamiento Sensible", o solicitar material gratuito sobre el tema del Inconsciente y los Sueños, clickeando aquí.
.......................................................................................................
* Foro Grupal: Hemos abierto un Foro específicamente destinado a este tema. Si quisieras compartir alguna experiencia personal podrás hacerlo clickeando aquí.
.......................................................................................................
* Desde el 13 de Octubre- Seminario a distancia para la Interpretación de Sueños desde Oriente y Occidente (grupal, a través de internet): El Inconsciente en la Psicología de Oriente y Occidente: el Yoga, el Zen, el Budismo Tibetano... Jung, Assagioli, Perls, Frankl... Psicología Transpersonal: otra visión del Inconsciente. Los 23 tipos de sueños: reconocimiento vivencial. El pasado y los sueños: función reparatoria del Inconsciente. Hermenéutica personal: decodificando mensajes. El cuerpo y los símbolos oníricos: salud, enfermedad, embarazo. Los sueños en los procesos de duelo y de crisis. Jung: Inconsciente Personal y Colectivo, arquetipos, sincronicidad. Sueños prospectivos y premonitorios. Resolución de pesadillas y sueños repetitivos. Práctica de incubación onírica en distintas culturas. Aplicación de técnicas en el trabajo terapéutico y en la vida personal. Ejercicios para recordar y comprender los propios sueños. Con fascículos semanales (por internet), autoevaluaciones, Material de Lectura Sensible, encuentros grupales en el Aula Virtual (conectándose cada cual desde su país), trabajando con los sueños de los participantes. Tecnología de máxima simplicidad, con soporte técnico permanente, aún para quienes no tengan gran habilidad con la computadora. Se otorga certificación. Solicitar material didáctico gratuito y programa completo escribiendo a info@centrotranspersonal.com.ar
.....................................................................................................
Imagen: “The private grief", de Alice Duncan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me pasó en sueños recibir información de cosas que estaban sucediendo como la curación de la hija de un amigo que estaba desahuciada, o saber que mi gata había tenido un accidente, o escuchar sonar el teléfono (me despertó) cuando en realidad sonaba en lo de mi hermana recibiendo una mala noticia, el embarazo de la novia de un amigo, escuchar hablar a un amigo que hacía mucho que no veía y en la mañana me llamó por teléfono, etc, etc.
Cuando se murió mi mejor amiga soñé que me encontraba con ella y la abrazaba y le decía que la quería y ella me contestó:- "me lo decis ahora porque no me lo habías dicho nunca? Está bien..." A mi eso me dió mucha paz.
Cuando se murió mi abuelo soñé que estabamos tomando un café en una mesa charlando porque ya salía su tren, y los dos sabíamos que él estaba muerto. Charlamos muy tranquilos, con paz y también lo abracé al despedirme de él.
Ambos sueños fueron muy reales y sentí los abrazos y las voces claramente.
Ma. Julia

____________________________________
Convidando un pensamiento... Dicen los Unpanishads, un conjunto de textos hindúes escritos hace unos 2600 años, totalmente coincidente con la visión de que existe un Inconsciente más profundo: Víctor Frankl le llamó Inconsciente Espiritual, el psiquiatra italiano Roberto Assagioli Supraconsciente. Es necesario que la Psicología no lo ignore!: "Hay un Espíritu que permanece despierto cuando dormimos, que crea la maravilla de los sueños. Es el Espíritu que en verdad se llama el Inmortal. Todos los mundos descansan en ese Espíritu y nadie puede ir más allá de él." En el Zen le llaman "el Nonato": aquella parte de sí que no nació, pues no pertenece al tiempo. Por lo tanto, no puede morir...