28/2/11

Soñar con los que no están



Lo que quiero compartirles tiene que ver con un sueño. Un sueño que canta Joan Baez en base a una experiencia real. (Joan Baez: cantante norteamericana, activista por la no-violencia y otras causas nobles desde los años 60 hasta la fecha…El video es del mítico festival de Woodstock. La letra es de Paul Roberson.) Quiero referirme a la experiencia onírica de estar en contacto con personas fallecidas (ya sea conocidas o no). ¿Es posible soñar con quienes ya no están? Lo que puedo decir, después de casi tres décadas de estudiar sueños, aún con un pensamiento científico, es que no soy quien para decir que no: hay sueños que parecen ser un medio de elaborar procesos de duelo, generados por el propio Inconsciente. Pero… ¿es viable que lo que no pertenece en nosotros a la materia, se contacte con lo que en el otra YA no está en la materia? Aún no lo sabemos, pero, aunque parezca extraño, es tema de investigaciones en el área de la Psiquiatría
A veces el soñar con una figura histórica que no hemos conocido puede implicar un modo en que el mundo interno nos da fuerza, impulso, orientación para nuestro accionar. Tal vez el caso de esta canción que nos trae Joan Baez tenga que ver con esto. Si me acompañan, escuchen la historia (y luego la canción!)

La historia se relaciona con un tal Joe Hill (1879, músico y sindicalista norteamericano de origen sueco (1879), fue uno de los precursores de la canción y de protesta político-social. Recorrió Estados Unidos contemplando la realidad social de este país, y las duras condiciones de trabajo a las que se veían sometidas las clases trabajadoras. Desempeñó varios oficios como minero o estibador portuario, convirtiéndose en uno de los líderes para transformar la miseria del obrero, del minero, de los explotados... Creó canciones para cohesionar a la gente en su reclamo pacífico de lo justo. En 1915 fue fusilado por oscuras acusaciones que sostenían una única intención: quitarlo de en medio para que ya no "agitara las aguas". Sin embargo... puede matarse al cantor, pero no a la canción!

Lo último que dijo, mirando de frente al pelotón, fue "Fire!" ("Disparen!"). Poco antes de su ejecución, había escrito a un dirigente de la agrupación obrera a la cual pertenecía, "Adiós, Bill. Muero como un leal rebelde. No pierdan su tiempo con lutos. Organícense...”. De allí esta canción que canta la increíble Joan Baez, cantada nada menos que en Woodstock, en los años 60. En esa especial ocasión se la dedico a su esposo David Harris quien se encontraba en prisión encabezando una huelga de hambre con otros 42 prisioneros, personas comunes que se habían negado a ser enviados a la Guerra de Vietnam (lo que se conoce como objetores de conciencia desde la práctica de la No-Violencia).

El testamento poético de Hill incluye estas palabras:
Mi cuerpo? Ah, si pudiera elegir,
lo haría a cenizas sea reducido,
y dejaría a las alegres brisas soplar
mi polvo hasta donde algunas flores mustias crecen.
Quizás algunas flores mustias entonces
volverían a la vida y florecerían otra vez.
Ésta es mi última y final voluntad.
Buena suerte para vosotros.”

Quizás la figura de Joe Hill siga inspirando a que nos organicemos para que los valores nobles sean los que lleven el mundo adelante... y los sueños sean una vía para, de una manera u otra, -siguiendo atajos de Misterio que aún no conocemos-, recibamos fuerza e inspiración de distintos modos. Inclusive con la visita de los que ya no están.

Virginia Gawel

Permitida su reproducción citando como fuente autora y dirección del blog).

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Convidando un pensamiento... Dicen los Unpanishads, un conjunto de textos hindúes escritos hace unos 2600 años, totalmente coincidente con la visión de que existe un Inconsciente más profundo: Víctor Frankl le llamó Inconsciente Espiritual, el psiquiatra italiano Roberto Assagioli Supraconsciente. Es necesario que la Psicología no lo ignore!: "Hay un Espíritu que permanece despierto cuando dormimos, que crea la maravilla de los sueños. Es el Espíritu que en verdad se llama el Inmortal. Todos los mundos descansan en ese Espíritu y nadie puede ir más allá de él." En el Zen le llaman "el Nonato": aquella parte de sí que no nació, pues no pertenece al tiempo. Por lo tanto, no puede morir...